EL CENTRO DEL SENTIMIENTO.
En estos momentos, mientras lees esta página, vuelve la
atención hacia la zona de tu corazón. Haz unas cuantas respiraciones profundas,
tranquilas, y siente el interior de tu pecho. ¿Qué sensaciones experimentas en
esta zona? Relájate y respira hondo y ve cómo sientes la zona de tu corazón.
¿La sientes cerrada? ¿Sensible? ¿Dolida? ¿Cuál es exactamente el sentimiento
que experimentas? Si ese sentimiento tuviera color, forma o sabor, ¿cuáles
serían?¿Que efecto tiene este ejercicio en tu sentido de ti mismo?
ESTAR PRESENTE EN EL CUERPO.
En este momento, mientras lees esta pagina, ¿sientes tu
cuerpo? ¿Cuanto?¿donde tienes situado el cuerpo en este momento? ¿Con qué
intensidad lo experimentas? ¿Qué hace mas intensa tu experiencia?
EL CENTRO DEL PENSAMIENTO.
En este momento permítete relajarte y conectar más con las
sensaciones e impresiones que estas teniendo. Siente cómo es estar vivo en tu
cuerpo en este momento. No visualices,
permítete experimentar lo que sientes. A medida que conectas y te calmas, tal
vez comiences a notar que tu mente está menos «bulliciosa». Continúa. Este proceso unos cuantos minutos. Permanece en
contacto con tus sensaciones e impresiones inmediatas, y ve qué efecto tiene
esto en tu pensamiento. Cuando se acalla tu mente, ¿son más claras o más confusas tus percepciones? ¿Notas más
viva o más apagada la mente?
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