Cambios en gestacion

 

El hombre moderno pareciera estar intuyendo que al apartarse del dogma, la creencia y la autoridad infalible de la Iglesia y reemplazarlos por la razón y su capacidad explicativa, perdió algo genuino y valioso. Hoy busca recuperar aquella esencia perdida, pero sin abandonar su necesidad de comprensión, de explicación y análisis a que el paradigma moderno (cientifico) lo ha acostumbrado. No podrá volver sólo a la creencia, necesitará entender y sobre todo experimentar aquello de lo que trata la espiritualidad.

La nueva psicología, las concepciones del más antiguo pensamiento conocido y la revalorización del misticismo que ha resultado como subproducto de los avances en la física, están siendo las actuales respuestas a este fenómeno social que forma parte del momento histórico actual entendido como surgimiento de un nuevo paradigma.

Es este un momento histórico muy particular de la humanidad, por lo delicado e incluso peligroso que es, a la vez que desafiante y esperanzador.

Cecilia Dockendorff.-

Ebriedad

Comenta el obispo de Constantinopla, Juan Crisóstomo (354-407):

«Oigo a un hombre gritar: "¡Acabemos con el vino, que es insensatez y demencia!" Pero ¿causa acaso el vino este abuso? No. Porque si debido a las borracheras dice "¡que no haya vino!" debería decir, siguiendo por grados "¡que no haya noche!", debido a los ladrones, "¡que no haya luz!", debido a los delatores, y "¡que no haya mujeres!", debido al adulterio».

Naturalmente, estas consideraciones valen para descargar al único fármaco acusado de atentado a la virtud en este caso (Alcohol). Pero valen todavía en mayor medida para cualesquiera otros vehículos de ebriedad.

Salvo en el caso del alcohol, la Antigüedad preclásica y clásica no conoce ningún otro abuso de drogas.

Antonio Escohotado.-

¿Cómo cambiar el mundo?

¿Cual es la razón de nuestra infelicidad en nuestro mundo?

¿Podemos cambiar este mundo y hacerlo mejor?

Cómo nos puede ayudar la transformación interior.

Cómo podemos aprender a vivir con más armonía entre la mente, el cuerpo y el espíritu.

Oscar Willd escribió; estoy convencido que en un principio Dios hizo el mundo diferente para cada persona y que es en este mundo, que es dentro de nosotros dónde deberíamos intentar vivir.

Hay que comenzar una transformación profunda. Una transformación no solo cómo se entiende en la psicoterapia, curar las cosas que molestan o hacen daño, sino con implicación espiritual. Pasar de un estado común o corriente de conciencia a una condición de conciencia más amplia.

Para cambiar el mundo, primero antes tenemos que curarnos a nosotros mismos. ¿Como nos curamos nosotros mismos?  En primer lugar reconociendo que no solo somos parte intelectual, sino sobre todo emocional e instintiva. Para curarnos es necesario armonizar estos tres niveles a partir del cultivo de la conciencia. Los grandes problemas del mundo son fruto de esta crisis interior, un subdesarrollo de la conciencia y de nuestra capacidad amorosa.

Estos ámbitos han estado hasta ahora lejos de la educación tradicional. La educación que sólo ha servido para domesticar a los individuos. Hay que crear una educación transformadora que haga personas completas, sólo así podemos cambiar el mundo. En el proceso terapéutico, cada caso de una curación emocional es el caso de una persona que se ha descubierto y que ya no le hace falta el policía interior.

Cómo cambiar el mundo con la educación, cambiando primeramente cada uno de nosotros mismo. Como decía Ghandi: Si quieres cambiar el mundo cámbiate a ti mismo.

Claudio Naranjo

Portadores de sueños

En todas las profecías
está  escrita la destrucción del mundo.

Todas las profecías cuentan
que el hombre creará  su propia destrucción.

Pero los siglos y la vida
que siempre se renueva
engendraron también una generación
de amadores y soñadores,
hombres y mujeres que no soñaron
con la destrucción del mundo,
sino con la construcción del mundo
de las mariposas y los ruiseñores.

Desde pequeños venían marcados por el amor.
Detrás de su apariencia cotidiana
Guardaban la ternura y el sol de medianoche.
Sus madres los encontraban llorando
por un pájaro muerto.

Así fue como proliferaron en el mundo los portadores sueños, atacados ferozmente por
los portadores de profecías habladoras de catástrofes.

Los llamaron ilusos, románticos,
pensadores de utopías,
dijeron que sus palabras eran viejas
y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso es antigua en el corazón del hombre.

Los acumuladores de riquezas les temían
lanzaban sus ejércitos contra ellos,
pero los portadores de sueños todas las noches
hacían el amor
y seguía brotando su semilla del vientre de ellas que no sólo portaban sueños sino que los
multiplicaban y los hacían correr y hablar.

Gioconda Belli.-