16 de diciembre de 2012

Manifiesto



Nada tienen que ver con la delicadeza, sólo conocen la fuerza.
Nada tienen que ver con la dignidad, sólo lamen las suelas del dinero.
¿Quién convirtió al ciudadano en un tonto con deudas?
¿Quién invadió la tierra con rascacielos arrogantes
colmados por funcionarios ciegos?
¿Quién le robó el sabor a las frutas para adular lenguas anémicas?
El sueño lo atraviesa todo como un río caudaloso y negro.
Pero no quiero quejarme ni quiero criticar,
quiero abrir los huesos de sus cráneos y los huesos de sus pies,
quiero que sus pechos se abran como ventanas góticas,
quiero que de sus ombligos surjan tentáculos de agua,
que sus espaldas se partan como cáscara de huevo
y sus vértebras azoten al aire opaco
hasta hacerlo estallar en alas doradas.
Creando mi cotidiana conciencia me pongo los huesos y la carne,
abro las compuertas al torrente de la sangre,
me levanto del sepulcro,  abro el calabozo insípido,
salgo a crear huellas en las calles aplastadas por una bruma sólida,
respiro el aire tumefacto tratando de volverlo santo.
Entre muertos dormidos compitiendo por un  pedazo de premio
busco bajo cerros de máscaras satisfechas
el resplandor de un día verdadero.

*

Alejandro Jodorowsky

No hay comentarios:

Publicar un comentario