Si la evolución biológica ha llevado a este elemento fascinante que es el cerebro, intentemos que la evolución cultural lleve a un elemento también de complejidad elevada y también fascinante: una sola colectividad, rica en sus diferencias, unida en sus objetivos, respetuosa con sus peculiaridades.
Una homogeneidad plural, si se permite la expresión paradójica.
Un cerebro planetario, que lleve el conjunto de la tierra a la verdadera evolución: la que elimine barreras y odios.
-Xavier Duran i Escribà
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